Una Primera Impresión cambió la Historia
La primera impresión influirá de manera radical en la experiencia global de tus huéspedes
En 1960, John F. Kennedy y Richard Nixon participaron en el primer debate presidencial televisado de la historia de Estados Unidos.
Este evento no solo marcó un hito en la política y los medios de comunicación, sino que también se convirtió en un caso de estudio sobre la importancia de la primera impresión.
Antes del debate, Nixon era el favorito para ganar las elecciones.
Era el vicepresidente en funciones, tenía experiencia y era conocido por ser un político duro y experimentado.
Kennedy, por otro lado, era un senador joven y relativamente desconocido en comparación con Nixon.
La noche del debate, Nixon decidió no maquillarse y llegó al evento recuperándose de una reciente enfermedad.
Se veía pálido, delgado y cansado, y llevaba un traje gris que se mezclaba con el fondo del set.
Además, sudaba visiblemente bajo las luces brillantes del estudio.
Kennedy, en contraste, estaba bronceado, descansado y vestido con un traje oscuro que lo hacía destacar.
Había preparado cuidadosamente su apariencia y estaba listo para la cámara.
Para la minoría que había escuchado el debate por la radio, vieron a Nixon como claro vencedor.
Sus argumentos y su discurso sosegado y experiencia le hacía vencedor.
Sin embargo, para la gran mayoría, que vieron el debate a través de la TV, no fue así.
La imagen de Nixon condicionó el resto de sus argumentos.
La imagen de un joven y carismático Kennedy contrastando con un Nixon sudoroso y nervioso fue decisiva.
La percepción de los espectadores fue influenciada en gran medida por la apariencia y la presencia de los candidatos.
Kennedy proyectaba confianza y liderazgo, mientras que Nixon parecía incómodo e inseguro.
La primera impresión visual tuvo un impacto tan fuerte en la mente de los espectadores que les condicionó de forma inconsciente el resto del debate.
Este hecho se considera uno de los factores clave que llevaron a Kennedy a ganar las elecciones presidenciales.
La primera impresión cambió el rumbo de la historia y puede impactar de forma severa en tu rentabilidad como inversor.
Aunque esto aplica a cualquier tipo de alquiler (incluso venta) de un inmueble, donde más impacto tiene es en el alquiler turístico, debido a la importancia que las valoraciones tienen en nuestro negocio.
La primera impresión que los huéspedes se forjen de ti y de tu inmueble condicionará su experiencia global.
Creemos que somos seres racionales pero realmente no lo somos tanto.
Nos forjamos opiniones inconscientes con nuestra parte emocional del cerebro y utilizamos la parte racional para justificarlas y confirmarlas.
Y la primera opinión que nos forjamos impacta muchísimo más que el resto sobre la experiencia global ya que se forma una cadena.
Si la primera impresión es mala, automáticamente nuestro sesgo de confirmación va a hacer que de forma inconsciente nos focalicemos en encontrar otras cosas malas que validen esa primera impresión.
O incluso cosas neutrales que puedan tener una parte positiva y una negativa tenderemos a engrandecer las negativas.
Y lo mismo al contrario. Si algo es positivo en primera instancia nuestro cerebro buscará confirmación en esa línea destacando todo lo positivo.
¿Cómo podemos influir en esta primera impresión?
Hay dos áreas principales.
La llegada y la entrada al inmueble.
Como hablaba en la última newsletter de Arium, es importante que los huéspedes “no tengan que pensar” y todo sea fácil para ellos.
Detalla cómo encontrar el inmueble y cómo llegar a él (parkings, paradas de autobús, etc.) y adelántale esta información al huésped.
La entrada puedes automatizarla con cerraduras electrónicas y generando códigos de forma automática para poder proporcionar una entrada autónoma y cómoda 24/7 sin intervención de tu tiempo.
Te hablé de ello en esta newsletter de Generación del 23.
Además de influir en la primera impresión, el proceso de llegada es una de las áreas que valorará el huésped de manera específica en Airbnb.
La segunda parte importante de la primera impresión es la entrada a tu inmueble.
Aquí puedes influir de varias maneras.
Focalízate inicialmente en los sentidos.
El olor es un sentido clave y primitivo, si no tienes un buen proceso de limpieza y un ambientador o algo que dé buen olor a tu inmueble la primera impresión puede ser mermada.
Otro es el “tacto”, en el sentido de la temperatura percibida al entrar.
Es desalentador entrar en invierno a un inmueble que esté helado o a un "horno" en verano. Cuida las temperaturas para no condicionar el resto de la experiencia.
El oído es más difícil de controlar ya que al gestionarlos en remoto no es fácil activar ningún tipo de hilo musical.
Pero al menos cuida las partes negativas. Si estás en una calle ruidosa no dejes abiertas las ventajas para que oigan todo el tráfico al entrar en el piso.
Y por último la vista.
Controla lo primero que van a ver tus huéspedes al entrar y aprovecha ese primer vistazo (o el segundo) para ofrecer tu welcome pack y las diferentes guías que facilites.
Y como consejo extra, nunca anuncies tu welcome pack o las guías en tu listado de Airbnb o Booking ya que si lo haces será una experiencia que el huésped ya esperará y no podrá generar un efecto “wow” que mejore su experiencia.
Trabaja la primera impresión y mejorará la experiencia y por tanto las puntuaciones de tu inmueble en las diferentes plataformas.
Se traducirá en (mucha) más rentabilidad para ti.
Si quieres seguir aprendiendo sobre inversión inmobiliaria, todos los miércoles mando un email formativo desde la newsletter de ARIUM donde además si te inscribes ahora te envío de regalo una calculadora profesional para estimar rentabilidades y un estudio del mercado inmobiliario en España.
Un fuerte abrazo,
Nacho.