La tecnología está cambiando el mundo.
Constantemente vemos cómo grandes empresas pierden su ventaja contra pequeñas startups que aplican tecnología de manera ágil e innovadora.
Airbnb cambió el mundo del turismo.
La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso.
Y es que el mundo exponencial no está solo en el interés compuesto de las inversiones.
También está en la tecnología.
Gordon Moore formuló en 1965 una predicción mediante la cual el número de transistores que podríamos colocar en cada chip de silicio se duplicaría cada año.
Esto significaría que la capacidad de computación de los ordenadores crecería de forma exponencial.
Esta predicción fue conocida como la Ley de Moore.
El ex-CEO de Intel, Brian Krzanich utiliza el siguiente ejemplo para explicar la ley:
“Si el Escarabajo de Volkswagen de 1971 hubiera mejorado a la misma velocidad que los microchips según la ley de Moore:
Los coches actuales serían capaces de alcanzar una velocidad de 480.000 kilómetros por hora, es decir, serían aproximadamente ¡400 veces más rápidos que la velocidad del sonido!
Consumirían a razón de cuatro litros por cada tres millones de kilómetros y el coche costaría 3 céntimos.
Los ingenieros de Intel también estimaron que si el rendimiento de la gasolina mejorara a la misma velocidad de la ley de Moore podrías, por así decirlo, conducir un coche toda tu vida llenando el depósito una sola vez.”
Las innovaciones del mundo digital además de crecer a velocidad exponencial se absorben cada vez más rápido.
El coche tardó 62 años en llegar a los 50 millones de usuarios. La tv lo hizo en 50 años.
Los ordenadores consiguieron bajar esa cifra a los 14 años y los móviles lo lograron en 12.
La exponencial se acelera cuando nos adentramos en las innovaciones digitales.
Facebook tardó 4 años en conseguir no 50 sino 100 millones de usuarios.
Instagram tardó la mitad.
Chat GPT, la última gran innovación, tardó únicamente 2 meses en conseguir 100 millones de usuarios.
La combinación de innovaciones constantes y la capacidad del mercado de absorberlas a velocidades sorprendentes hace que el mundo avance a gran velocidad.
Las empresas son conscientes de esto y han acuñado el término “Transformación Digital” para referirse a su evolución cuando aplican correctamente tecnología digital.
George Westerman, investigador principal de la iniciativa Economía Digital del MIT, tiene una de las claves del éxito para esta transformación:
“El éxito de una Transformación Digital se produce cuando la oruga se transforma en mariposa. La empresa sigue siendo el mismo organismo pero ahora tendrá superpoderes (como poder volar).
Desafortunadamente, la mayoría de personas son incapaces de pensar en mariposas y solo piensan en ser orugas más rápidas.
Y es muy difícil competir si tú te arrastras y tus competidores vuelan.”
Y ese es el objetivo de esta sección.
Aprender a aplicar tecnología a nuestras inversiones inmobiliarias y obtener superpoderes.
Vamos a poder VOLAR mientras el resto seguirán arrastrándose.
Como te conté en la sección de Alquiler Turístico el pasado jueves, llevo más de 10 años ayudando a grandes empresas del IBEX35 a transformarse digitalmente y he trasladado esa experiencia a la inversión inmobiliaria.
Continuamos el día 19.
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Un fuerte abrazo,
Nacho Fidalgo