Si no quieres perder dinero no cometas este error en tu próxima subasta
Los peligros de la reserva de puja
Esta semana estuve reunido con un inversor que está empezando en las subastas.
Le he analizado varias.
Ha participado en unas seis subastas y por el momento no ha ganado ninguna. Es algo normal.
Esto consiste en picar piedra.
La cosa es que en nuestra conversación volvió a salir la opción de hacer reserva de puja en su próxima subasta.
A él le encanta, siempre hace reserva de puja.
Por si no lo sabes, la reserva de puja es la posibilidad que ofrece el portal de subastas del BOE para que, en caso de que pierdas la subasta, se quede tu depósito retenido por si acaso el mejor postor no paga el importe total que ha ofrecido.
Si no haces reserva de puja, al día siguiente del fin de la subasta vuelves a tener el depósito en tu bolsillo.
Repito, si haces reserva de puja, se retiene hasta que el mejor postor pague.
Y esto se puede demorar varios meses.
La liquidez es el rey de este negocio, pero eso es otro tema.
Volviendo a la conversación con el inversor, me decía que él es partidario de hacer reserva de puja porque en las subastas hay muchas quiebras fraudulentas de subastas, mucha gente que se calienta al pujar,
Bla, bla, bla.
Inciso: La quiebra fraudulenta de la subasta es cuando dos personas se ponen de acuerdo para alterar su resultado.
Una de ellos puja una cantidad desorbitada y el otro realiza una puja bastante inferior con reserva de puja.
Si el mejor postor paga el importe total ofrecido, perderá el depósito y se dará la opción al siguiente postor con reserva de puja (el socio tramposo) de adjudicarse el inmueble.
Esto que a priori puede parecer un negocio redondo tiene dos inconvenientes.
Primero, es un delito.
Por si el primer inconveniente fuera poco, en segundo lugar, entre la puja de los dos “socios”, se puede colar un tercero con reserva de puja que arruine el negocio de los tramposos y que, además, estos pierdan el depósito del mejor postor.
Una ruina.
El argumento del inversor, que a priori puede tener cierta lógica, suelo desmontarlo en 5 minutos.
Y para ello siempre empleo tres argumentos. Y el tercero es para mí el más relevante.
Primer argumento:
Las quiebras fraudulentas en las subastas existen.
Esto es un hecho.
Pero ocurre menos veces de las que puedes pensar.
Con lo cual, lo más probable es que mantengas el dinero del depósito retenido durante meses y al final no te adjudiques el inmueble.
Segundo argumento:
Para más inri, este inversor busca inmuebles de valor cercano al millón de euros, con lo cual cada depósito de subasta ronda los 50.000€.
Cada reserva de puja que hace le bloquea 50.000€
Y así lleva cuatro.
200.000€ criando malvas. Parados.
Pero esto no es lo peor, al final él se lo puede permitir.
Tercer argumento:
Acabarás perdiendo dinero.
Esta variable no la ha valorado el inversor y puede acabar costándole un disgusto.
Pero este argumento no lo explicaré hoy.
Ni aquí.
Te lo explicaré este domingo.
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Nos vemos el domingo en mi casa.
O en 15 días por aquí.
Un abrazo,
Andreas Ruigómez