Hace justo 10 días hablé sobre las grandes.
Promotoras, quiero decir.
Soy HooL y vuelvo a estar por aquí.
En mi último email me escribieron varias personas diciéndome que le había dado bastante caña a las grandes promotoras y que ellos conocían a un amigo suyo que trabajaba en una que funcionaba perfectamente.
Y les invité a no leer ningún email mío más.
Qué pereza.
Todavía existen los que señalan a la luna y miran al dedo.
Si escribo esto es para que no te engañemos.
Ni ellos, ni yo.
Hoy voy a meterme conmigo mismo.
Sí, me caracterizo por ser la transparencia. Si alguien me compra una vivienda alguna vez quiero que sea conociendo todas las cartas.
No quiero tener que dar explicaciones a nadie de algo que no dije.
Líos con la financiación
Mira, te seré sincero.
Una promotora pequeña hará la obra con tu dinero.
No siempre, pero casi.
Desde la crisis del 2008 no conceden préstamos al promotor por lo que han evitado que aquí construya hasta mi tía Pili.
Pero aún así, quedan formas de poder usar el dinero de los clientes para realizar una obra.
Y eso no es nada malo, faltaría más, pero la seguridad es inferior a una promotora grande donde la financiación se la da el propio banco.
A mi nadie me da un duro.
Y espero que te estés preguntando cómo cojones hago las obras, porque te lo contaré en mi próximo email.
Pero siguiendo con el tema, mientras que comprando a los grandes te aseguras que tu dinero está a buen recaudo si compras a los pequeños no.
Y eso… cuidado.
¿Dónde está mi dinero?
Hilándolo con el punto anterior, habrás escuchado decenas de historias de personas que compraron sobre plano y nunca más volvieron a ver el dinero.
Juicios.
Denuncias.
Pero al final, el dinero nadie sabe donde está y el que iba a construir lleva meses sin aparecer ni por Tinder.
Queramos o no, este es un riesgo de comprar a una promotora pequeña.
Aunque siendo realista, con cualquiera puede pasar.
Inexperiencia
Se puede caer en el sesgo aunque no siempre sea verdad que una promotora pequeña tiene menos experiencia que una grande.
Por ende, el proyecto terminará saliendo peor.
O más lento de lo esperado.
Y esto por ejemplo, puede llevar a problemas de cumplimiento de plazos con el Ayuntamiento.
Y hasta aquí el email de hoy.
Los próximos emails serán más largos pero me has pillado en una época bonita y complicada a la vez con el nacimiento de mi primera hija.
Nos leemos pronto.
Y recuerda, cada lunes envío un email a más de 12.000 personas.
Si quieres unirte:
¡Enhorabuena Julio!, seguro que le vas a enseñar muchísimas cosas y ella a ti también. Os deseo que disfrutéis de vuestra hija cada instante y seáis muy felices. De aquí a nada te veo con ella con un casco visitando un nuevo proyecto.