Hace cosa de un mes recibí la devolución de mi IRPF 2022. Sí, a principios de enero. La mía y la de mi mujer.
La verdad, no me sorprendió nada. Sabía que aguantarían todo lo que pudieran sin soltar la pasta. Ya que cuando toca una devolución, los primeros seis meses no devengan intereses de demora. Pero esa es otra cuestión.
El tema es que conseguí esa devolución gracias a una reforma que hice en casa.
Y que tú todavía puedes aplicar, porque se ha ampliado a 2024.
Mejorar la eficiencia energética
Este es el objetivo de la deducción. Que te gastes dinero para mejorar la eficiencia energética de tu vivienda. Para que consumas menos luz o gas.
Ojo: de tu vivienda, o de cualquiera que vayas a ALQUILAR.
Cómo mejoré energéticamente mi vivienda? En mi caso invertí en:
Nuevas ventanas
Nueva caldera
Nuevo circuito de calefacción y radiadores
Albañilería necesaria para ello
Tres deducciones en una
Porque en realidad, lo correcto es hablar de 3 DEDUCCIONES diferentes. Ya que con una misma obra no puedes aplicar las 3.
Cuál elegir?
Pues depende de cuánto mejores la eficiencia energética:
Reducir la demanda de calefacción y refrigeración en al menos un 7%.
Podrás deducir un 20% de lo que gastes, con una deducción máxima de 1.000 euros.
Reducir el consumo de energía primaria no renovable en al menos un 30%; o bien, conseguir una clase energética A o B.
Podrás deducir un 40% de lo que gastes, con una deducción máxima de 3.000 euros.
Reducir el consumo de energía primaria no renovable en al menos un 30%; o bien, conseguir una clase energética A o B, en un EDIFICIO DE VIVIENDAS o una VIVIENDA UNIFAMILIAR.
Podrás deducir un 60% de lo que gastes, con una deducción máxima de 3.000 euros.
Eso sí, el gasto tiene que salir de tu bolsillo. Si recibes una subvención, tendrás que restarla.
Ah! Y ves preparando el IVA. No sólo porque necesitarás factura para acreditar que has hecho la obra. Sino porque NO PUEDES PAGAR CON CASH.
El papelito que lo es TODO
Puede que todo este argot energético te suene a chino.
Tranquilo, no tienes que convertirte en un experto. Basta con contratar un ingeniero o arquitecto que te emita un CERTIFICADO DE EFICIENCIA ENERGÉTICA.
Bueno, en realidad, DOS.
Uno ANTES de empezar la obra, y otro para DESPUÉS.
No sólo porque así se puede medir el ahorro energético de la reforma. Sino porque LO EXIGE LA LEY.
La Dirección General de Tributos está cansada de responder a contribuyentes que preguntan si pueden justificar la mejora energética de otra forma.
Porque se les olvidó pedir el certificado ANTES de la obra.
Y la respuesta siempre es la misma: NO, NO Y NO.
Sólo se puede justificar la mejora energética con los DOS CERTIFICADOS.
Uno ANTES.
Otro DESPUÉS.
Tenlo en cuenta antes de empezar la obra. Es barato, y además, puede formar parte de la base de la deducción. Pero antes.
Porque después, no hay marcha atrás.