Verás, hoy quiero hablarte de como aprovechar las ineficiencias del mercado para hacer pasta.
O para salvarla.
Como bien sabes, uno de los mayores adversarios del inversor inmobiliario es la administración.
Pues mira, un cliente mío, llamémosle Jordi, la cagó comprando un edificio en la Barceloneta.
La cagó tanto que compró un edificio de 8 viviendas a una repercusión de compra individual de cada unidad.
Pensaréis ¿Por qué el tío este, si tan buen inversor es, la cagó comprando a una repercusión tan superior?
Pues porque era un momento en que en la Barceloneta se empezaba a coquetear con los 8.000€/m2 y parecía que no iba a a tener techo.
Quería comprar, especular y vender.
Simple.
O no.
Pues verás, la cosa es que los precios de mercado empezaron a bajar y los inversores no aceptaban el precio de Jordi.
Tampoco tenía opción de vender con división horizontal porque los activos estaban alquilados.
Lo que viene siendo una operación de mierda.
Cualquiera se hubiera resignado y hubiera aceptado este activo como patrimonio y lo hubiera dejado para rentas.
Significaría sacrificar una pasta, pero asumiría su derrota.
Todo el mundo.
Bueno, todo el mundo, no.
Jordi, no.
El tío, demostrando un control del sector como pocos y de la tendencia de sus adversarios, se sacó un as:
Se inventó una oferta al precio que él compró.
Parece una gilipollez.
Pero es que, mira, el Ayuntamiento de Barcelona con Ada Colau a la cabeza, no ha demostrado ser coherente.
Y verás, en toda las compras entre sociedades de esta tipología en Barcelona, el Ayuntamiento tiene un derecho de tanteo y retracto.
Es decir, pueden igualar la oferta y quedarse ellos el activo.
Y esto venía siendo una tendencia creciente en la ciudad.
Y este caso no iba a ser diferente.
El Ayuntamiento recibió la oferta.
La “analizó” y no supuso que el precio ofrecido era muy superior al de mercado y… la igualó.
Notificaron a Jordi.
Y este, sonrió.
Había recuperado su pasta, había percibido rentas y ahora podía invertir sus billetes con más cabeza.
Un golazo.
Y una demostración de cómo conocer la tendencia de tu competencia y adversarios te hace mucho mejor inversor.
Álex Delicado