Soy Hombrados.
Te lo digo para que me ubiques, pues hoy me voy a ganar unos cuantos enemigos.
Me la pela.
Si por algo me caracterizo es por llamar a las cosas por su nombre.
Al pan, pan.
Al vino, vino.
Últimamente proliferan tristes personajes que hacen mucha publicidad para venderte la idea de hacerte rico comprando mierda.
Les reconocerás fácilmente porque salen incordiando cada vez que quieres ver un video en YouTube o en algún periódico digital y te tienes que tragar los primeros 10 segundos.
Diez segundos infumables aguantando una voz poco o nada natural y un discurso para lerdos.
En esos diez segundos te animan a alcanzar la independencia financiera a través de la inversión inmobiliaria, lo cual esta muy bien.
Lo que no esta tan bien es lo que subyace.
Atento.
Cuanto mas viejo sea el piso, mejor.
Cuanto mas barato, mejor.
Cuanto mas te endeudes, mejor.
Resumiendo:
Como diría un ex-político de cuyo nombre no quiero acordarme, “cuanto peor, mejor”.
Al contrario que hace esta gente, yo no te voy a tratar como si fueses tonto.
Doy por hecho que tienes algo de criterio propio.
Dicho esto.
Entiendo de rentabilidades.
Entiendo que si compras un piso de 35.000€ y lo alquilas por 450 €/mes, tienes una rentabilidad bruta superior al 15%.
Y eso es algo que no te da ningún otro activo financiero.
Un pelotazo.
Además, mientras los precios de la vivienda sigan subiendo, la operación es cojonuda.
Si encima compras con dinero “de otro” (hipoteca), dinero que pagas al 2,5%, ya es la repanocha.
Hasta ahí, todo OK.
Ahora bien, lo que no te cuentan es lo que hay detrás.
Mira.
Desde que montamos El Club Inmobiliario 2.0 nos pasamos el día hablando con inversores.
Imagínate la cantidad de casos que vemos entre los 6 socios que somos.
Muchos inversores cometieron un error muy común:
Prestar atención únicamente a la rentabilidad a la hora de invertir.
Como los precios en los grandes núcleos urbanos y su periferia han subido de forma desproporcionada y las rentabilidades han dejado de ser tan atractivas, empezaron a fijarse en municipios pequeños de provincias menos pobladas.
Municipios con precios muy asequibles y escasa oferta de alquiler.
¿Qué pasó?
Que al principio todo muy bonito.
Pero al final acabaron hasta los huevos.
Muchos no lo reconocen abiertamente porque todavía tienen algún activo que quieren quitarse de encima y sería tirar piedras contra su propio tejado.
Pero la realidad es esta.
Por distancia, la gestión de estos pisos es complicada y no es fácil encontrar agentes de confianza en la zona.
Además, muchos de esos barrios han acabado convertidos en guetos y las viviendas han acabado siendo pisos patera en los que viven ciento y la madre.
Y ahora estos pobres inversores están rezando para que algún incauto lo compre en rentabilidad, a ser posible sin visitarlo, y dedicarse a otras inversiones mas llevaderas.
Ojo.
No me malinterpretes.
Está bien invertir y trabajar para crear un patrimonio.
Pero no te dejes llevar por cantos de sirena.
Por mucho que te quieran vender la moto, la alta rentabilidad y el alto endeudamiento están siempre unidos al alto riesgo.
Y las inversiones de alto riesgo no son para todo el mundo.
A lo que voy es que hay más formas de invertir.
Y lo que tienes que hacer es buscar esa forma de invertir que sea cómoda para ti.
Si no sabes cómo hacerlo, desde El Club Inmobiliario 2.0 te vamos a ayudar.
Apúntate al AntiEvento Inmobiliario y lo entenderás todo.
El 8, 9 y 10 de Marzo.
En el enlace de arriba.