Has leído bien, hoy quiero compartir contigo algunos consejos esenciales para evitar malas decisiones en el mundo inmobiliario.
Si alguna vez has considerado comprar un piso para reformar, este es el momento perfecto para tomar nota de lo que NO debes hacer.
Pero antes de nada déjame que me presente.
Yo soy Edu Saz, soy arquitecto y ayudo a mis clientes a encontrar casa y convertirla en su hogar. O en el hogar de otros que le paguen a mis clientes una renta.
Y en los ratos libres también divulgo sobre arquitectura y sector inmobiliario.
En mi canal de YouTube, recientemente hablé de los tres tipos de pisos que nunca
recomendaría comprar si tu idea es reformarlos.
¿Por qué? Pues porque podrían convertirse en verdaderas trampas para tu tiempo, dinero y paciencia. Y créeme, no querrás vivir esa pesadilla.
1. Pisos con acceso por una esquina:
Imagínate esto: entras a tu piso y lo primero que ves es un pasillo largo y aburrido que te lleva al otro extremo de la casa.
Esto se agrava cuando primero están las habitaciones (y quizá la cocina), que suelen dar a algún patio de luces, y al fondo está el salón, que da al exterior.
Estas viviendas suelen tener una sola pared con ventanas (si tienes suerte), lo que significa que siempre te sentirás como en una cueva.
Reformarlo sería un desafío monumental, porque nunca vas a poder abrir la puerta de tu casa y entrar a una zona de día amplia y luminosa.
La estancia de día solo tiene sentido al final del todo, y si las habitaciones tienen que ir antes, nunca podrás eliminar ese pasillo.
Si el piso es para alquilar por habitaciones y tienes pensado que el salón sea una de ellas, entonces sí, este es el piso que tienes que buscar.
2. Pisos pequeños con un gran muro de carga en el centro:
Este tipo de piso es el equivalente a comprar una camiseta dos tallas más pequeña y pensar que puedes arreglarla con unas tijeras.
Las viviendas con dimensiones reducidas y un muro de carga en medio son casi imposibles de modificar sin un presupuesto descomunal.
No podrás mover paredes a tu antojo, y cada pequeño cambio significará tiempo y dinero extra.
A menos que tengas un plan maestro, una buena razón y muchos billetes para sustituir ese muro de carga por un cargadero (dos pilares y una viga), mejor ni te acerques.
3. Viviendas 'tipo tubo':
O mejor dicho, los túneles de metro.
Son esas viviendas alargadas y estrechas que además suelen estar atrapadas entre otras viviendas, lo que significa que tendrás muy pocas ventanas y mucho contacto con los vecinos.
Reformar esto y convertirlo en algo moderno y habitable sería como intentar hacer arte con una servilleta.
No es imposible, pero tampoco es recomendable.
Un consejo final...
Si estás pensando en comprar un piso de segunda mano, cuidado con los planos que te dan las inmobiliarias.
No te fíes ciegamente de ellos, porque a veces parecen hechos con la imaginación más que con la realidad. Y raramente hay un arquitecto detrás.
Comprueba cada detalle antes de firmar nada, porque una vez que el contrato esté cerrado, no hay vuelta atrás.
Espero que esta pequeña guía te haya sido útil y que la próxima vez que vayas de caza inmobiliaria, sepas exactamente qué evitar.
Y si esto te ha sabido a poco y quieres aprender más para no meter la pata, en YouTube tengo más de 50 vídeos para que seas el primero de la clase.
Con un vídeo nuevo cada semana. Suscríbete aquí.
Hasta la próxima,
Edu Saz
P.D.: Si quieres ver ejemplos reales con planos de estos pisos y reírte (o llorar) conmigo, no te pierdas mi vídeo sobre los 3 pisos que NUNCA deberías comprar.
P.D2.: Además al final del vídeo te comento una excepción de piso que sí compraría, y te cuento por qué.