Por qué no es oro todo lo que reluce
El otro día fui a ver el piso que acababa de comprar Marcos, un amigo que también invierte. Se está especializando en el alquiler de habitaciones, qué crack, ya lleva cuatro. En zonas medias, no barrios regulinchis, ¡ehh! Le gusta elegir el mejor perfil.
El caso, que aquello solo requería un lavadito de cara. Un poquito de pintura por aquí, cambio de luminarias por allá…el jomesteyin que no falte, por supuesto. Eso decía él.
Me enseñaba lo chulo que quedaban los cabeceros, porque le gusta diferenciarse. Y el colchón, de casi 30 cm de grosor…joder, peaso colchón para haber costado 100 pavos (a ver cuánto dura…es que soy muy mal pensao). Ahora se dice habitación Premium. Y ya se sabe: lo premium está en los detalles.
A mí se me ponía por momentos la cara de desconfiado. ¿Cómo está la electricidad? Bien, bien, no hay que tocar nada, decía. Y dale con el color del sofá…
Cuando llegamos a la cocina vi la placa de gas, el termo de butano y abrí un enchufe.
“¿Qué haces?”
“Ehhh…¿vas a dejar el gas?”
“No, qué coñazo lo de subir la bombona, seguro que genera conflictos. Además por seguridad prefiero todo eléctrico”
“Ahhh…¿y vas a poner aires?”
“Claro, tío, esto es un horno en verano, estamos en Sevilla, y con el precio de la habitación y perfil de inquilino…un split en cada una”
“Vale. Prepara 1.000 pavos como mínimo para el litri y ve cogiéndole cariño a ver las canaletas en tu precioso piso”
“Sí, hombre, ¡1.000 pavos! Y canaletas, ¡con lo feas que son!”
“Eso mínimo, pero espera que veamos el cable que llega al cuadro, que igual te tienes que rascar más el bolsillo”
Los cables de una vivienda deben ser de mayor sección cuanta más carga soporten. Es decir, si alimentamos un daunlait con LED, podrá llegar un cable finito porque es muy poca potencia, no llegará ni a 100 W. Pero si hablamos de una placa vitrocerámica o de inducción la broma se puede ir a los 3 kW o 4 kW, o más, dependiendo del número de fuegos que estén encendidos al mismo tiempo.
Fíjate en la k.
k de 1.000.
O sea, entre 30 y 40 veces más potencia que el daunlait.
Hoy día usamos muchísimos más aparatos y electrodomésticos que hace 40 años.
Antes, placa y horno con gas. Ahora, inducción y horno eléctrico. Si puede ser pirolítico para que se limpie solo, mejor; que no se respire miseria.
Antes, termo para agua caliente de butano. Ahora, eléctrico. Con doble depósito y wifi, un poquito de por favor. Ningún tieso sin su termo con wifi.
Antes, molinillo manual para café y la cuchara de la abuela para mover la comida. Ahora, cafetera semiautomática con boquilla de vapor para crear espuma y una mano que sale de la máquina para masajearte y…hombre…tampoco ningún tieso sin su robot de cocina. Dicen que la Silvercrest hace lo mismo que la Thermomix. Aro, aro, aro…
¿Sigo? No hace falta. Hemos duplicado o triplicado potencia como mínimo. Pero en las viviendas construidas en los años 60 y 70 no tenían el don de la adivinación. La Bruja Avería y su bola de cristal vinieron en los 80.
Y los cables son finitos. Y cuando se somete un cable fino a mucha carga se calienta un huevo. Si está bien protegido saltará el interruptor magnetotérmico del cuadro. “Señor casero, aquí no se puede vivir, todos los días se nos va la luz varias veces, ¡no podemos conectar nada!”. Si no está bien protegido el cable acabará ardiendo. “Señor casero, el lunes entra usted en la cárcel”.
Para no terminar en una de esas dos situaciones debemos cambiar los cables a unos de más sección, sobre todo en las mayores cargas, que se concentran en la cocina. Allí suele haber alicatados. Y en las viviendas de los 70 no solían usar tubos.
Como en el piso de Marcos. O sea, que si no quiere mantener la placa de gas y el termo de butano o bien tira alicatados, para ello desmonta su cocina, y se mete en un fregao que te cagas, o pone cables nuevos bajo canaletas.
Oye, que si el litri es curioso no se nota mucho…con el Corian no hace juego, pero para un piso de inversión, tampoco…
Y un split de aire son unos 800 W. Cuando arranca más, pero bueno... Si son tres habitaciones y hace calor lo normal es que estén puestos todos. Hablamos de los meses en que vienen los reporteros a Sevilla a intentar freir un huevo en el asfalto, en un capó. En fin…
O sea, que incluso poniendo canaletas, si sumamos la potencia de los aires, el termo, el frigo, el TV y aunque sea un fuego de la placa nos iremos a más de cuatro kilovatios.
“¿Cuánta potencia tienes contratada, Marcos?”
“3,3 kW”
“Vas a tener que ampliarla. ¿Tienes boletín reciente?”
“¿Eso que es?”
“Ufff…vamos a ver cómo le ponemos el cascabel al gato…”
Cuando visitamos una vivienda para inversión es fundamental que revisemos la instalación eléctrica. Y eso no pasa por ver que los mecanismos sean los Niessen Olas color elefante indio, no. Me refiero a ver sus tripas: grosor de los cables, número de circuitos, existencia de tierra…
Y no te voy a hablar de la derivación individual!! Aunque otros inversores optan por dejar la placa y termo antiguos, y cruzar los dedos para que la potencia aguante, Marcos acabó renovando cables y al pobre le costó todo milquinién. Porque tuvo que cambiar ese cable que llega al cuadro.
Bueno, pobre, pobre no es. Es inversor. Pero no sabía, no los tenía previstos y le ha jodido tener que gastárselos.
Aunque lo que le quita el sueño son esas canaletas por casi todo el piso…no sabe cómo hacerles jomesteyin
Felices reformas. ¡Aaaaadiós!
P.D. Si quieres saber más de ellas, visítame aquí
Totalmente cierto,amigo inversor,es una de las cosas “que NO hay que dejar de revisar”cuando vas a adquirir una vivienda.